Basílica de la Macarena

En el artículo de esta semana, vamos a hablar de una de las iglesias más importantes de Sevilla desde el punto de vista folclórico. Es la Basílica de la Macarena.

¿La conoces, o has oído hablar de ella? 💒

La Basílica de Santa María de la Esperanza Macarena es muy famosa porque alberga la Hermandad de la Esperanza Macarena. Se construyó en el siglo XX (1941-1949) y su arquitecto fue el sevillano Aurelio Gómez Millán.

Junto a esta iglesia, podemos ver el arco de la Macarena, una de las puertas de la muralla. Es de gran interés ya que es uno de los tres únicos accesos que se conservan de la antigua muralla de Sevilla. Las otras dos son la puerta de Córdoba (en la Ronda de Capuchinos) y el Postigo del Aceite (en el Arenal).

La primera muralla defensiva de la ciudad fue construida por los cartagineses, y sobre esta, los romanos construyeron la suya en tiempos de Julio César (siglo I a.C). Posteriormente, en el siglo XII los árabes llevaron a cabo una importante ampliación.

Esta antigua Puerta del Campo corresponde al periodo almorávide (aunque también hay una teoría que nos dice que ya existía en tiempos romanos), y fue restaurada y remodelada con el paso de los siglos, siendo su última restauración la del siglo XIX.
Por esta puerta entraron varios reyes a la ciudad, entre ellos los Reyes Católicos.

¿De dónde viene el nombre de Macarena? Hay varias hipótesis:


Una es de origen fenicio. Hace referencia a un territorio más amplio, tomando el nombre del camino de los macarenos y del Cerro Macareno (hoy yacimiento arqueológico que se encuentra en La Rinconada, que fue un lugar habitado desde la Edad del Hierro).


También tenemos la de origen griego: una de las hijas de Hércules se llamaba Macaria. También puede venir de la fusión del término Mákas, que significa afortunado, y por extensión felicidad.


Otra es latino: de Macarius, propietario de una villa romana de la zona.
Latino-cristiano: del culto a San Macario, obispo de Jerusalén.
Andalusí (árabe): el territorio se llamaba Macarea y Magrana, así como la puerta Norte Bad al Makrin. También hay una teoría de que había una princesa andalusí llamada Macarea.

Volvemos a la Basílica. En su interior, encontramos el altar mayor, de estilo neobarroco, donde se halla la Virgen de la Esperanza Macarena, que procesiona el viernes de madrugada. Es una imagen anónima de finales del siglo XVII o principios del siglo XVIII. Algunas teorías apuntan a que fue realizada por Luisa Roldán, conocida como La Roldana. Otras la atribuyen a Juan de Mesa y a principios del siglo XVII.

Como curiosidad, hay una rivalidad existente entre el barrio de Triana, situado al otro lado del río, con fuerte personalidad y fiestas emblemáticas propias como la Velá de Santiago y Santa Ana; y el resto de Sevilla.

Esta rivalidad se refleja tanto en la Semana Santa como en el fútbol. Originariamente, el equipo del Betis pertenecía a Triana (río Betis, nombre romano del Guadalquivir), y el de Sevilla de la otra zona de la ciudad.

En cuanto a la Semana Santa, hasta el año 1830 las hermandades trianeras hacían su estación de penitencia en la iglesia de Santa Ana (considerada la “Catedral de Triana”). A partir de este año debieron empezar a procesionar de manera conjunta con las del resto de Sevilla. De esta forma, tenían que cumplir con el itinerario oficial que pasa por la Catedral de Sevilla. Parece ser que este acontecimiento dio inicio a la famosa rivalidad entre la hermandad de la Esperanza de Triana y la de la Esperanza Macarena.

La Virgen de la Macarena es conocida como la Reina, Señora y Virgen de Sevilla. La iglesia católica celebra su fiesta el 18 de diciembre. Se representa con 5 mariquillas, 5 esmeraldas de color verde esperanza, regalo del torero Joselito el Gallo

A la derecha del altar mayor, encontramos la Capilla del Rosario. La otra capilla es la de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia.

También podemos ver el Altar de la Hispanidad. Se realizó en agradecimiento a pueblo latinoamericano por la cantidad de donativos que éste envió para la construcción de la basílica. Es por ello que vemos en este altar a la Virgen de Guadalupe (pintura), patrona de México. El resto de imágenes son vírgenes de otros países hispanoamericanos.

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